Chile necesita integrar la salud en su compromiso climático para maximizar los beneficios de una salida sostenible a la pandemia.
La Cumbre Climática de 40 líderes mundiales de esta semana, es una gran oportunidad para que Chile integre en la recuperación de la pandemia el compromiso por el clima y la salud.
La Cumbre de Líderes sobre el Clima, celebrada para conmemorar el Día de la Tierra, fue organizada por Estados Unidos, país que recientemente volvió a ingresar en el Acuerdo de París. La administración de Biden reúne a los gobiernos de 40 países para generar un impulso internacional para una acción climática ambiciosa en el período previo a las negociaciones climáticas de la ONU (COP 26), que se deben registrar en noviembre de este año.
Mientras el mundo continúa luchando contra la pandemia del Covid-19, Chile debe aprovechar su potencial en energías verdes y renovables para comprometerse a reforzar sus objetivos en la urgente reducción de emisiones alineadas con el Acuerdo de París, incorporando en ella a la salud de su población.
En la Contribución Determinada a nivel Nacional de Chile (NDC), actualizada el año pasado, la salud se menciona en forma muy general en relación a la mitigación del cambio climático, compromiso climático de Chile considerado todavía insuficiente.
Por otra parte, las poblaciones saludables son un requisito para la recuperación económica. La inversión en sistemas sólidos de salud son esenciales para aumentar la resiliencia ante crisis futuras. Además, con el gran potencial de Chile en energías limpias y renovables, una ambiciosa reducción de emisiones se asociaría a importantes beneficios para la salud de la población.
En efecto, los beneficios para la salud serían inmediatos, expresados en la reducción de la contaminación del aire que aflige a nuestras ciudades desde la zona central hasta Coyhaique. Lo mismo que la introducción de sistemas de transportes más seguros que incorporen la movilidad a energía humana, que junto con reducir la contaminación promuevan un menor sedentarismo. Así como promover una mayor seguridad alimentaria, asociada a dietas más saludables.
Los ahorros en los costos de salud podrían compensar aquellos de la acción climática y, lo que es más importante, redundaría en una reducción de las muertes debido a la contaminación y en una mejor salud.
Todo esto en un escenario en donde el compromiso porque la temperatura en el planeta no supere los 1,5 °C es una emergencia sanitaria mundial.
Dr. Mauricio Ilabaca
Presidente
Departamento de Medio Ambiente
Colegio Médico de Chile A.G.